jueves, 1 de diciembre de 2011

Diez años del 'corralito', ¿es posible en España?



Argentina cerró su sistema financiero y suspendió pagos. ¿Es posible una situación similar en España? ¿Y en Grecia? Los expertos descartan que un país como el nuestro, al amparo del euro y de Bruselas, pueda caer en la misma trampa que el Estado sudamericano a principios de siglo. Pero tampoco hay que olvidar lo ocurrido.

Las similitudes entre la Argentina del corralito y la actual España

Fuentes: FMI, Banco Mundial y Ministerio de Economía de Argentina

No. El 'corralito' no es posible en España. ¿Y por qué seguir leyendo si ya no hay intriga? Porque una cosa es que el sistema financiero colapse y cierre sus puertas y otra muy distinta perder la perspectiva de dónde se puede acabar si no se endereza la crisis de deuda.

Además, la respuesta no es tan tajante si el país sobre el que se pregunta es Grecia. Y tras Grecia, de nuevo empieza el efecto dominó.

"El 'corralito' terminó produciéndose en Argentina porque no podía afrontar sus pagos, era un país insolvente; España, con todos los problemas que tiene, aún puede afrontar sus deudas", resume Antonio Argandoña, profesor de Economía del IESE.

"La sola presencia del euro garantiza que no pasará algo similar en la eurozona", corrobora Estefanía Ponte, directora del departamento de Economía de Cortal Consors.

Hasta aquí todo claro, pero tampoco conviene olvidar lo siguiente: "Resulta bastante falso imaginar que la economía argentina ha caído en crisis por accidente o porque los responsables no han sabido llevar a la práctica un modelo canónico, que hubiera resuelto, como por encanto, todos los problemas. No es así. Las tendencias a la crisis son endógenas y sus orígenes llegan hasta 1976".

Quien habla así es Robert Boyer, economista francés cofundador de la teoría de la regulación y claro defensor de que las finanzas son capaces de destruir el capitalismo desde dentro. Ocurrió en Argentina, está ocurriendo en Europa. Las palabras anteriores las pronunció a finales de 2002 en una conferencia en Argentina, cuando aún se desconocía cómo saldría Argentina del pozo.

Ahora, pasados diez años y reproducidos algunos de los problemas en las economías desarrolladas europeas, Boyer se muestra convencido de que "la crisis no es consecuencia del déficit, sino al revés".

Sin embargo, para llegar al 'corralito' hay que pasar antes por varios estadios. Para España, el camino es muy largo. Argandoña señala que "antes cae Europa que España, porque si los bancos españoles cierran, lo harían también los italianos, los franceses, los alemanes"...

Del mismo modo, en España contamos con el colchón del Fondo de Garantía de Depósitos, que puede cubrir varias quiebras financieras (tampoco muchas) antes de una deblace generalizada.

La segunda gran razón por la que un colapso bancario es poco probable en Europa tiene nombre de euro. Estefanía Ponte subraya que "la moneda europea tiene un tipo de cambio variable, que fluctúa dependiendo del mercado; mientras que en Argentina la rigidez fue uno de sus problemas originarios".

El euro, siempre el euro como parapeto. Pero, ¿y si Grecia (o España) abandona el euro? ¿No se podría seguir una hoja de ruta similar a la argentina para recuperar el paso? Es decir, suspender pagos, devaluar la moneda y cerrar el sistema financiero.

El profesor del IESE contesta: "Grecia ya ya hecho algo similar al reestructurar su deuda y las dudas sobre su capacidad de pago son enormes". Pero aclara: "Tampoco creo que llegue a ocurrir, porque no parece que las instituciones europeas lo vayan a permitir".

Caminos paralelos

Pese a todo, y aunque las opciones son tan pequeñas, un vistazo al gráfico adjunto, que compara las evoluciones de las economías argentina y española en los cinco años anteriores al 'corralito' y en los últimos cinco años, respectivamente, resucita algunas dudas.

No en vano, el comportamiento de las curvas de ambos países es simétrico: Argentina llega al año 2000 con la misma tendencia que España lo hizo a 2010. Parecidas caídas del PIB, de las exportaciones, de la inflación... Fue llegar el nefasto 2001 y las trayectorias se truncaron brutalmente en el país sudamericano.

No parece que el giro sea tan brusco en el 2011 español, pero, desde una óptica estadística, los caminos argentino y español no son tan dispares hasta el momento. La economía latinoamericana estalló por los aires cuando fue incapaz de levantarse de la lona de la recesión y los hasta entonces malos datos macroeconómicos se convirtieron en nefastos por la ausencia de recuperación.

España, al estar integrada en la Unión Europea, goza de los salvavidas que le faltaron a Argentina, cuyas exportaciones eran muy débiles en aquel entonces y su demanda interna se derrumbó por el corralito. Aquí, la sola relación comercial con los demás socios europeos (pese a que la economía comunitaria no esté tampoco para tirar del carro de nadie) garantiza una estabilidad a corto y medio plazo.

Del mismo modo, y pese a las amenazas de Berlín para que se adopten medidas, no parece probable, como recuerda Antonio Argandoña, que se llegue a la situación que se alcanzó entre el FMI y Argentina, cuando el pulso se llevó por delante cualquier resolución razonable.

Boyer defiende la tesis de que el exceso de ajustes ahoga todavía más las economías en crisis; que la solución pasa por reforzar las instituciones para que se su acción sea efectiva y controlar el capital financiero.

Más o menos lo que se discute estos días en Bruselas.


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